Fuente: Diario de León.es
Cuidar la arquitectura en el medio rural y combatir el feísmo tiene recompensa. No es barato, ni sencillo. Pero la Fundación Prada a Tope intenta a través de sus premios Palacio de Canedo estimular con un reconocimiento público y una compensación económica la rehabilitación de edificios típicos o singulares y también el mimo en las nuevas construcciones.
La localidad de Villavieja, en el municipio de Priaranza, ha copado este año los galardones. El primer premio y el tercero en la categoría de restauración de construcciones se pueden encontrar en este pequeños pueblo, camino del castillo de Cornatel.
El jurado de los premios concedió el título de ganador al proyecto de rehabilitación de un edificio en la plaza de Villavieja en el que sobresale además de «su extraordinario entorno (…) su buena rehabilitación, los detalles arquitectónicos, el colorido de la madera y su carpintería de madera y cerrajería en balcones agradables», entre otras muchas apreciaciones estéticas y técnicas.
También en Villavieja se localiza el tercer premio. Una atractiva casa rural, en la que resalta «la naturalidad de la intervención, basada en la lógica constructiva, la sinceridad en la utilización de los materiales y el mantenimiento de las volumetrías insertadas sobre la abrupta topografía».
Son consideraciones de los miembros del jurado, integrado por arquitectos técnicos como María José Mateos y José Joaquín González-Zabaleta Fernández, la presidenta del IEB, Mar Palacio; los arquitectos Alfredo García, Manuel Neira y Samuel Folgueral Arias, junto a Flor Bonet y José Luis Prada Méndez como representantes del Patronato de la Fundación Prada A Tope junto a Fermín López Costero.
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